“Puerta de Brandeburgo” / “Brandenburger Tor”

Ubicación: Pariser Platz, 10117. Berlin

Construcción en piedra arenisca de veinte seis metros de altura. Representando a la diosa Victoria montada en su carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad.

Cuando Alemania renació, venció a Napoleón, o cualquier otro señor, andaban orgullosos sus hombres atravesando este portón.

Que sensación al adentrarme por el camino como si yo de una señorita de poder me tratase. A la vista del horizonte podía sentir grandes pasos de hombres en alineación, todos circulando, contentos, honrados de ser victoriosos. Llegue a sentir esa fuerza del existo perdiéndose en la adrenalina de mi cuerpo. También me perdía la vista el sol, ya no tímido en este día. En lo alto de la plaza de Paris brillaba reluciendo su monumento: -¡Es mi Acrópolis de Atenas, mi Heracles, Marte y Diosa Minerva!

Recubierta por toda la esencia del triunfo, yo y paloma anduvimos contentas. Girando el cuello y no parpadeando la mirada, con la boca abierta e impresionadas. Yo imaginaba a todos los ciudadanos a los lados del camino donde pasaban sus soldados. Aplausos, gritos de entusiasmo y en el cielo ramos de flores que volaban de mano en mano.

En más de doscientos pasos, o miles más, con destreza existía la calma,

Columnas impactantes, fuertes, relucían su interés en mostrar el honor.

Un sonido entonaba la imagen, mas adelante un hombre creaba música en su gaita.  Ya sentía esta ciudad, su metabolismo natural.

No hay diferencia abismal si miras la puerta por delante o por detrás, lo importante era poderla atravesar. Y si subes la mirada y te apartas el rayo de sol, veras a Victoria mirarte cómplice de su animal. Un caballo parece más rebelde a los demás, más ansioso de libertad, más noble y menos formal. Pero defendiendo su patria igual.

A lo lejos de este símbolo de paz sobre las armas, se puede divisar una alta torre, una estatua dorada, reinando el Parque Tiergarten. “La columna de la Victoria” ( Siegessäule) Sesenta y nueve metros de arte.

No existía un silencio pleno, pero si la presencia de respeto.

Me impresiono mucho, lógico, es el monumento más emblemático de la ciudad. El frio clima calentado por el sol, compone pompas de valor, suben al claro cielo azul y precipitan paz y libertad.